JORGE NO VA AL COLEGIO
Un buen día, Jorge se levantó de la cama con desgana.
Mientras caminaba solo, Jorge se aburría y quería jugar. Pensaba en sus amiguitos cuando se encontró con un jardinero.
-¿Quiere usted jugar conmigo, señor? -¿No ves niño que tengo que cuidar el parque y regar las flores?
Jorge se sentó en un banco y vio un pajarito que volaba de árbol en árbol. Le preguntó:
Pero el pajarito le contestó: -¿Y quién recogerá las ramitas para hacer mi nido?
Jorge vio entonces una abeja que volaba de flor en flor.
-¿Quieres jugar conmigo, abejita?
-¿Y quien hará la miel en mi colmena?
Jorge se enfadó porque nadie quería jugar con él.
-Pues si nadie quiere jugar conmigo, jugaré con el viento, que no tiene nada que hacer.
El viento lo escuchó y le dijo:
-Eso es lo que crees tú. Yo refresco las calles y los caminos, yo empujo las nubes que traen buena lluvia a los campos, yo muevo los molinos y muevo suavemente las flores y los árboles y arrastro de aquí para allá las semillas de las diferentes flores y plantas para que luego florezcan.
Entonces Jorge pensó que él, como el jardinero, el pajarito, la abeja y el viento, tenía muchas cosas que hacer y aprender. Regresó a su casa, cogió su mochila y se fue a la escuela, que es su sitio. Allí se encontró con sus amiguitas y amiguitos y su maestra y un montón de juegos y actividades para aprender.
Estaba feliz.
Por el Derecho a la Educación
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